Un estudio revela que el 10% más rico del mundo es responsable de dos tercios del calentamiento global desde 1990, lo que ha provocado sequías y ondas de calor en las regiones más desfavorecidas. Este hallazgo pone de manifiesto la desigualdad en las emisiones de gases de efecto invernadero y su impacto en el cambio climático, abriendo el debate sobre la necesidad de políticas climáticas más equitativas.
Los investigadores han demostrado que los grupos de mayores ingresos emiten cantidades desproporcionadamente grandes de gases de efecto invernadero, lo que ha llevado a una mayor responsabilidad en los desastres climáticos que afectan a las comunidades más vulnerables. Este estudio destaca cómo el estilo de vida y las decisiones de inversión de los más ricos están directamente relacionados con los impactos climáticos extremos que estamos presenciando en la actualidad.
“Nuestro estudio muestra que los impactos climáticos extremos no son solo el resultado de emisiones globales abstractas; sino que podemos vincularlos directamente con nuestro estilo de vida y elecciones de inversión, que a su vez están vinculadas con la riqueza”,
dijo Sarah Schöngart, analista de modelos climáticos y autora principal del estudio, señaló a The Guardian Sarah Schöngart, analista de modelado climático y autora principal del estudio. “Es fundamental abordar las emisiones desproporcionadas de los grupos más acaudalados para frenar los extremos climáticos y avanzar hacia un futuro sostenible”.
El análisis busca cuantificar específicamente cómo esta desigualdad en las emisiones contribuye al cambio climático y a la crisis ambiental que enfrentamos en la actualidad. Según los investigadores, el 65% del aumento de la temperatura global desde 1990 puede atribuirse a las emisiones del 10% más rico, un grupo que incluye a quienes ganan más de €42,980 al año. Esto evidencia la necesidad de abordar la responsabilidad de los más acaudalados en la crisis climática y tomar medidas concretas para reducir sus emisiones.
La desigualdad en la huella climática no queda ahí: el estudio demostró además que el 1% más rico (quienes superan los 147.200 euros anuales) generó el 20% de las emisiones causantes del calentamiento global, y que una élite aún más reducida, el 0.1% (aproximadamente 800.000 personas con ingresos mayores a 537.770 euros), aportó el 8%. Estos datos revelan cómo la concentración de riqueza se traduce en un impacto ambiental desproporcionado.
*Fuente: The Guardian