Sphen fue conocido como "el pingüino gay" en todo el mundo.
Sphen, uno de los animales referentes del orgullo LGBT, murió a los 11 años. El pingüino, que se volvió famoso por formar pareja con Magic, otro pingüino macho, falleció por causas naturales, según informó el acuario Sea Life de Sidney.
Sphen, que había adoptado a dos polluelos de pingüinos junto a Magic, se volvió un ícono de la diversidad sexual. Más allá de si Sphen mantenía relaciones homosexuales, el cariñoso pingüino ayudó a visibilizar las prácticas homosexuales que se repiten en cientos de especies y conforman una normalidad en el reino animal.
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Aunque en el reino animal no existen las etiquetas, los humanos habían bautizado a Sphen como “el pingüino gay“. Esta identificación era un halago para el pingüino papúa que decidió hacerse cargo de la vida de dos polluelos junto a Magic, otro pingüino macho.
En 2018, la historia de Magic y Sphen se viralizó cuando ambos individuos formaron una especie de familia y criaron juntos a Sphengic y Clancy. Según cuentan los expertos que monitoreaban a estos pingüinos, su vínculo fue tan fuerte que incluso se mantuvieron unidos fuera de la temporada de reproducción, un comportamiento poco común en su especie.
Sin embargo, el comportamiento homosexual en los pingüinos data de hace varios años. Así lo confirmó el explorador George Levick cuando documentó las prácticas homosexuales de los pingüinos Adelia a principios de 1910. Luego de observar a los animales durante 3 meses, el explorador publicó notas inéditas sobre los hábitos sexuales de la especie antártica.
En el caso de Sphen, más allá de su relación con Magic, ambos pingüinos también se convirtieron en activistas ambientales y ayudaron a visibilizar la crisis climática y las amenazas que enfrentan los pingüinos papúa, como la pérdida de hábitat.
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La pareja de pingüinos se convirtió en un símbolo de la diversidad sexual y la importancia de aceptar y celebrar las diferencias. Sin embargo, hay cientos de especies en el reino animal que practican la homosexualidad, incluso con más regularidad que las prácticas heterosexuales. Algunas de ellas son las hienas, por ejemplo.
El primer registro de comportamiento homosexual en animales que se conoce es el de las hienas y data de hace más de 2300 años. Gracias a los aportes de Aristóteles hoy se sabe que las hienas mantienen relaciones sexuales entre hembras. El filósofo griego describió la copulación entre dos hienas hembras, según el libro Biological Exuberance: Animal Homosexuality and Natural Diversity, del biólogo canadiense Bruce Bagemihl.
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Los monos macacos son otra especie que practica la homosexualidad con regularidad. Así lo demostró un estudio del Imperial College de Londres, publicado en Nature Ecology and Evolution, que observó una colonia salvaje de macacos durante 3 años.
Los resultados basados en las observaciones y datos genéticos, llevaron a la conclusión de que el comportamiento homosexual es una característica común en esta especie y puede ser resultado de la evolución.
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