La tortuga Jonathan cumplió 191 años y los expertos sostienen que va a alcanzar el tercer siglo de edad sin problemas porque goza de buena salud. Se trata del animal terrestre más viejo del mundo: se estima que nació en 1832.
“Jonathan goza de buena salud y todos los indicios actuales nos hacen albergar esperanzas de que alcance su tercer siglo, si es que no lo ha hecho ya”, declaró su veterinario Joe Hollins al Guinness World Records, entidad que reconoció a la tortuga como el animal terrestre más antiguo del mundo.
Vive en una isla remota de Santa Helena, en el Océano Atlántico y es fotografiado desde 1882. El individuo que nació antes de las dos guerras mundiales hasta tiene pareja. Ya lleva 26 años con otra tortuga macho.
Jonathan the tortoise is the world's oldest living animal and is celebrating his 191st birthday 🥰️
— Guinness World Records (@GWR) November 30, 2023
He lives on the remote island of St. Helena in the Atlantic Ocean and has been photographed on the island since 1882. pic.twitter.com/XCltA6XZbJ
No se puede decir su edad con exactitud, pero los especialistas no tienen dudas de que lleva esa enorme cantidad de años vividos. “La gente nos pregunta a menudo por la fecha del cumpleaños de Jonathan. La respuesta es que no lo sabemos”, dicen en la página web de Santa Elena.
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Esta tortuga gigante no solo es el animal terrestre vivo más antiguo del mundo, sino también el quelonio, es decir, un tipo de reptil que incluye tortugas, galápagos y tortugas terrestres, más antiguo del que se tenga registro.
En Santa Elena es un tesoro nacional: figura en el reverso de la moneda local de cinco peniques. Ciego y sin sentido del olfato, pasa sus días andando libre por los terrenos de la casa del gobernador.
Su alimentación es cuidada por un grupo médico. “Un pequeño equipo especializado le sigue alimentando a mano una vez a la semana con una ración fortificante de fruta y verdura. Esto no sólo complementa sus calorías, sino que le proporciona los motores esenciales de su metabolismo: vitaminas, minerales y oligoelementos”, dijo su veterinario a Guinness World Records.
“A pesar de haber perdido el sentido del olfato y de estar prácticamente ciego a causa de las cataratas, sigue teniendo mucho apetito”, añadió.
El récord Guinness no solo no presenta problemas graves de salud, sino que tiene una buena alimentación y una activa vida sexual. Hace unos años, no entendían por qué no tenía descendencia con su pareja Frederica, hasta que descubrieron que era otro macho.
Sin embargo, Fred no es su único “amor”. “Con frecuencia se aparea con Emma y a veces con Fred, ¡los animales no suelen ser especialmente sensibles al género!”, concluyó Hollins.