A menos de 3 meses de las elecciones presidenciales de EEUU, Kamala Harris es una de las favoritas que se enfrentará ante Trump. En su primera entrevista como candidata presidencial, la reemplazante de Joe Biden habló de diversos temas de interés público, entre ellos, el fracking.
Con un historial ambiental positivo a comparación del negacionista climático, Donald Trump, esta es la postura de Kamala respecto al fracking:
Kamala Harris: su mirada sobre el fracking
La actual vicepresidenta de EEUU habló de diversos temas con la CNN, entre ellos, sobre la decisión de Biden de bajarse de la candidatura, la guerra en Gaza y la inmigración. Además, la candidata demócrata también expresó su postura ante el fracking, una de las técnicas más controversiales de extracción de hidrocarburos no convencionales.
Según declaró Harris, no prohibiría el fracking si fuera presidenta.
La candidata del Partido Demócrata dijo que se tomaba en serio la crisis climática pero que, aún así, EEUU puede “aumentar una economía próspera basada en energía limpia sin prohibir el fracking”.
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Sin embargo, en una entrevista de 2020, también realizada por la CNN, Kamala Harris expresó: “No hay dudas de que estos a favor de prohibir el fracking”.
Respecto a esta discrepancia de ideas, Harris dijo en la entrevista de 2024 que “sus valores no han cambiado”. Según aclaró: “Como Presidenta, no prohibiré el fracking. He visto que podemos crecer y alcanzar una buena economía de energías limpias sin prohibir el fracking”.
La técnica del fracking en Estados Unidos
Según la Agencia Internacional de Energía, Estados Unidos podría lograr la autosuficiencia energética en 2035 gracias al fracking. En este sentido, Kamala Harris apoya la técnica de fracturación hidráulica que permite extraer hidrocarburos no convencionales que están atrapados en capas de roca, a gran profundidad.
Para Antonio Merino, Director de Estudios y de Análisis del Entorno de Repsol, el liderazgo de EEUU en la implementación del fracking ha sucedido por que en el país se dan “condiciones especiales”: el acceso a la tecnología adecuada para realizar estas explotaciones, el gran conocimiento geológico del país, la posesión de grandes acumulaciones de hidrocarburos (cuyo suelo es mayormente propiedad privada) y un clima favorable para invertir.
Sin embargo, la técnica del fracking conlleva grandes riesgos ambientales difíciles de regular, al punto de que está prohibida en países como Francia, e incluso en el estado de Nueva York, por “riesgos a la salud”.
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El impacto del fracking en el ambiente
Los impactos más frecuentes de la aplicación del fracking suelen ser la contaminación del agua (tanto por el uso de aditivos químicos como por fugas de metano), y la ocurrencia de sismos.
Para la Academia de Ciencias del Reino Unido, “siempre y cuando se implementen las mejores prácticas operacionales, que deben ser aplicadas y monitoreadas”, los riesgos para la salud, la seguridad y el medio ambiente del fracking se pueden mitigar.
Quienes están a favor del fracking, como Kamala Harris, alegan que es una técnica sin perjuicios para el ambiente, siempre que se cumpla con la legislación ambiental. Empero, Anthony Ingraffea, profesor de la Universidad de Cornell (EEUU), expresó una postura opuesta en consulta con la BBC: “Las mejores prácticas operacionales sólo pueden minimizar riesgos, no eliminarlos”.
La postura de Ingraffea coincide con estudios del Ministerio de Ambiente alemán, la Oficina de Control del Gobierno de Estados Unidos e investigaciones del Consejo Canadiense de las Academias de la Ciencia, que han confirmado en el fracking efectos ambientales como la contaminación del aire, la contaminación del agua y la generación de sismos, más allá de las regulaciones impuestas.
Entonces, ¿pensás que debería permitirse el fracking en EEUU?