Aunque la sensibilidad humana hacia los animales se incrementó en los últimos años y se lograron avances en relación a su bienestar, aún quedan negocios que maltratan animales y es difícil aceptar que todavía no son una antigüedad. Uno de ellos que levanta polémica desde hace décadas es el uso de la piel de los animales para hacer ropa. Y no por necesidad, sino por moda.
Por año, mil millones de animales son asesinados para utilizar sus pieles. Lo que en un principio era un uso de supervivencia por las temperaturas polares, con el paso de los (miles de) años se transformó en una vestimenta de lujo.
Los animales más afectados son los zorros, los visones, las chinchillas, los cocodrilos, las cochinillas y las serpientes. La mayoría de estos se crían en granjas enormes, con pésimas condiciones, para ser sacrificados por su pelaje.
Además, la industria peletera usa químicos para tratar las pieles que no solo son tóxicos para quienes los manipulan, sino que también terminan contaminando los cursos de agua.
Piel de animales: los números que duelen
- Muchas veces, para un solo abrigo se necesitan matar 70 visones.
- Antes de la pandemia, China, Dinamarca, Polonia, Holanda y Estados Unidos eran los mayores vendedores de piel de visón. En 2019, se sacrificaron 56 millones de visones.
- Argentina fue durante años el mayor vendedor de piel de chinchilla.
- Durante el COVID19, Países Bajos tuvo que matar a medio millón de visones por un brote de coronavirus en los criaderos. La industria peletera no solo es crueldad animal, sino que también es un caldo de cultivo para las enfermedades.
- Contaminación de las curtiembres: para que la piel no se pudra, le agregan químicos que luego terminan en cursos de agua.
- Aunque en los ’80 y los ’90 empezaron las manifestaciones masivas en contra de las pieles y hubo cambio positivos, las ventas de abrigos de piel de animales bajaron, pero no se terminaron. En Rusia, se venden 400 000 abrigos de piel por año y en China aún más.