La contaminación de los océanos tiene cada vez más efectos, y así lo demuestra el guppy, una especie de pez que está consumiendo antidepresivos para humanos. Los restos de Prozac, uno de los antidepresivos más comercializados, han ingresando al organismo de los espermatozoides de los guppy machos, reduciendo su capacidad corporal y vitalidad, según un reciente estudio.
Los expertos ya saben que “Los contaminantes farmacéuticos están muy extendidos en los ecosistemas acuáticos de todo el mundo”, tal como indicó una de las autoras del estudio. Sin embargo, la investigación publicada en la British Ecological Society llegó a conclusiones alarmantes, tales como el hecho de que el Prozac alteró la actividad y la conducta de toma de riesgos de los guppy e incluso modificó las correlaciones entre individuos.
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Antidepresivos en el mundo: el consumo de Prozac
Según datos del Statista, “desde el inicio de la pandemia, los casos de ansiedad, depresión y estrés han aumentado considerablemente y con ellos el uso de antidepresivos.” En este aspecto, el Prozac, lanzado en 1988, ha sido uno de los fármacos más utilizados a nivel mundial para tratar la depresión.
Sin embargo, sus efectos corporales han trascendido la barrera de lo humano, afectando también a los animales. En este sentido, los contaminantes farmacéuticos están presentes en casi todos los ecosistemas acuáticos del mundo, “pero sus efectos sobre el comportamiento, el ciclo vital y la distribución reproductiva de los animales siguen siendo poco conocidos.”
Con el objetivo de profundizar en los posibles efectos del Prozac en la vida marina, investigadores de la Universidad de Monash, Australia, expusieron durante 5 años a niveles nulos, bajos y altos de fluoxetina (Prozac) a peces guppy, en consonancia con los niveles encontrados en su entorno natural, en Australia.
El efecto de los antidepresivos en los peces guppy
Luego de estudiar los efectos en los peces guppy machos a lo largo de varias generaciones, los investigadores llegaron a conclusiones relevantes:
- La baja exposición a fluoxetina alteró la condición corporal de los peces machos y redujo la velocidad del esperma.
- La fluoxetina redujo la variación en la actividad y el comportamiento de toma de riesgos de los peces.
- La fluoxetina también alteró las correlaciones entre individuos.
Para los autores del estudio, estos datos demuestran que “La contaminación antropogénica es un desafío global apremiante y está vinculada a una pérdida significativa de biodiversidad“, en mención a otros descubrimientos del experto en biodiversidad, Pedro Jaureguiberry.
La investigación, liderada por Upama Aich y Giovanni Polverino sugiere que los contaminantes ambientales pueden afectar rasgos ecológicamente relevantes, como el comportamiento y la historia de vida e incluso alterar la distribución y el desempeño de las especies en su entorno natural.
En este sentido, los expertos consideran que una de las soluciones más sencillas para estos casos es no tirar los medicamentos por el inodoro. Más bien, los fármacos no deseados o vencidos deben devolverse a la farmacia para evitar efectos indeseados en la fauna silvestre.