Un tribunal de Estados Unidos sentenció a Arthur “Jack” Schubarth, de 81 años, a seis meses de prisión por clonar ilegalmente ovejas gigantes para satisfacer la demanda de caza de trofeos. Además de la pena carcelaria, el acusado deberá pagar una multa de 20.000 dólares y una compensación de 4000 dólares a la Fundación de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos.
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Schubarth, residente de Montana, utilizó tejidos de ovejas Marco Polo, una especie en peligro de extinción, para crear híbridos aún más grandes y fuertes. Estos animales eran cazados ilegalmente en Asia Central y Estados Unidos para luego ser clonados y utilizados en operaciones de caza en Texas y Minnesota.
Manipulación genética de ovejas: un crimen contra la naturaleza
La Justicia determinó que las acciones de Schubarth representaron una grave amenaza para la biodiversidad y violaron leyes federales, estatales y tratados internacionales. La manipulación genética de especies en peligro y la caza ilegal de animales silvestres son prácticas condenadas a nivel mundial.
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“A pesar de la edad avanzada del acusado, era necesario un castigo ejemplar para desalentar este tipo de actividades ilegales”, afirmó el juez al dictar sentencia.
Consecuencias de la sentencia
El animal clonado fue confiscado por las autoridades y las ovejas híbridas con ADN de Marco Polo serán sacrificadas antes de fin de año. La carne de estos animales será donada a un banco de alimentos como parte de la resolución del caso.
Schubarth, por su parte, expresó su arrepentimiento y aseguró que su experimentación con los animales “arruinó su vida y reputación”. Sin embargo, la sentencia busca enviar un mensaje claro: la manipulación genética de especies con fines comerciales y la caza ilegal tendrán consecuencias legales.