Desde 2010, los casos de depresión en niños y adolescentes se dispararon un 150% a nivel mundial, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos.
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¿A qué se deben estas alarmantes cifras? Principalmente, el aumento de casos de depresión en estos rangos se debe a las redes sociales: la adicción a las pantallas genera un fuerte impacto en la salud mental de niños y adolescentes.
El tiempo diario que los adolescentes pasan con amigos de manera presencial se redujo un 54% entre 2012 y 2019, según especialistas. Es decir que el uso de celulares reemplazó gran parte de la vida social presencial y las interacciones cara a cara.
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Pero la depresión no es el único problema que genera el uso excesivo de las pantallas. Las redes sociales tienen otras repercusiones severas:
- Falta de sueño: los adolescentes duermen menos de 7 horas diarias.
- Fragmentación de la atención: las redes sociales afectan la capacidad de concentración de estos grupos.
- Adicción: las técnicas conductuales de las apps mantienen a los jóvenes en línea mayor tiempo, generando cierta dependencia.
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Entre 2010 y 2020, los casos de suicidio en adolescentes aumentaron un 91% en varones y un 167% en mujeres.
Uso de pantallas: ¿Qué recomiendan los especialistas?
Los especialistas recomiendan postergar el uso de pantallas hasta los 2 años y supervisar el tiempo frente a ellas en la adolescencia.