La contaminación lumínica ha aumentado un 50 % en los últimos 25 años y ha llevado a que más del 80% de la población mundial no pueda ver las estrellas en la actualidad, según datos de la ONU.
En Europa y EEUU el problema es esencialmente más grave: el 99 % de las personas vive bajo cielos contaminados.
Ante esta creciente problemática global, el programa International Dark Sky Places (IDSP) fomenta la creación de espacios protegidos de la contaminación lumínica. Con iniciativas en todo el mundo, la DarkSky International (IDA) ha logrado proteger más de 200 santuarios, parques, reservas, comunidades y lugares urbanos en el mundo.
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A lo largo de más de 160.000 kilómetros cuadrados de tierra y cielo nocturno protegidos, estos 5 refugios permiten contemplar la magia de las estrellas bajo cielos impolutos:
Valle del Elqui, Chile: el santuario astronómico de América
Chile tiene uno de los dos espacios protegidos de la contaminación lumínica de América del Sur. Se trata del “Santuario del Cielo Oscuro Gabriela Mistral”, ubicado en el Valle del Elqui, al norte de Chile. Este sitio de cielos prístinos de 36.000 hectáreas, impone restricciones para salvaguardar el cielo puro con fines de investigación astronómica.
Sin embargo, la escasez de contaminación lumínica también favorece la presencia de “especies sensibles y/o en peligro de extinción“, tal como indica la IDA. Es que la polución lumínica afecta a cientos de animales como las aves, cuya alteración del calendario migratorio las puede llevar directamente a la muerte, según confirmó la Secretaria Ejecutiva de la Convención sobre la conservación de las especies migratorias de animales silvestres de la ONU.
El sitio prístino del Valle del Elqui, designado en 2015 en honor a la poetisa chilena y premio Nobel, Gabriela Mistral, tiene la categoría máxima de regulación lumínica: Santuario del Cielo Oscuro.
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Quebec, Canadá: la ciudad protegida de la contaminación lumínica
Lejos de lo que pueda parecer, las ciudades también pueden ser un refugio para contemplar el cosmos. Así lo demuestra la urbe de Sherbrooke, con el Parc du Mont-Bellevue (PMB) ubicado en Qebec, Canadá.
Situado dentro de la Reserva Internacional de Cielo Oscuro Mont-Mégantic, el PMB consiguió la certificación de Lugar de Cielo Nocturno Urbano en 2022. Esto significa que está cerca o rodeado de grandes entornos urbanos, pero que su planificación y diseño promueven activamente una “auténtica experiencia nocturna en medio de una importante luz artificial“.
Esta protección del cielo en Sherbrooke se logró gracias a la colaboración de estudiantes y profesionales apasionados por el cielo nocturno, que trabajaron junto a la IDA para “permitir a sus ciudadanos volver a ver la Vía Láctea”.
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En Cataluña: el único cielo protegido de España
En Girona, Cataluña, se encuentra el único espacio protegido de la contaminación lumínica en España por la IDA. Se trata del Parque del cielo oscuro de Bassegoda, ubicado en el entorno rural de Albanyà.
Con una superficie de 94,4 kilómetros cuadrados, el refugio de Bassegoda se ha convertido desde 2017 (año en que obtuvo la certificación) en uno de los mayores refugios de observación astronómica para aficionados de todo el mundo que aprovechan fenómenos astronómicos como la lluvia de las Perseidas para visitar el parque.
África tiene uno de los lugares más oscuros y accesibles de la Tierra
La reserva natural NamibRand en Namibia alberga uno de los dos sitios con cielos protegidos en África. Se trata de una de las reservas naturales privadas más grandes de África, que está en “uno de los lugares más oscuros (y accesibles) de la Tierra“, según cuenta la IDA.
Esta reserva, que inicialmente se creó para ayudar a proteger y conservar la ecología y la vida silvestre del desierto del suroeste de Namibia, recibió en 2012 la categoría de Reserva de cielo oscuro. Desde entonces, también persigue la preservación de los cielos nocturnos estrellados de la zona.
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México: el cielo protegido más extenso del mundo
Con más de 360.000 hectáreas, la Reserva Internacional de Cielo Oscuro Greater Big Bend es actualmente la Reserva de Cielo Oscuro más grande del mundo. Designada en 2022, la Reserva se extiende desde Texas hasta el Río Grande en la frontera internacional entre Estados Unidos y México, e incluye tres áreas protegidas en México: Maderas del Carmen, Ocampo y Cañón de Santa Elena.
Su extensión entre dos países la convierte en la primera Reserva Internacional de Cielo Oscuro binacional del mundo, según cuenta la DarkSky International.
El paisaje de cielos protegidos abarca una vasta área del desierto de Chihuahua que se caracteriza por un hábitat y vida silvestre diversos, una geología compleja y una rica historia humana.