Las muertes por las olas de calor ya ni siquiera se pueden contar, o al menos con total certeza. Más de 50°C en la India, “riesgo de colapso y muerte” durante los Juegos Olímpicos de París por las altas temperaturas, monos aulladores muertos por doquier en México por el calor extremo, y así sucesivamente. El calor es un fenómeno actual cada vez más complejo de contabilizar.
A diferencia de un accidente de tránsito o una puñalada, la ciencia hace referencia al calor como un ‘asesino silencioso‘ que no deja marcas claras para determinar si una muerte ocurre por su culpa o no.
El problema es que, muchas veces, olas de calor como las que sufrió Grecia durante junio de 2024, solo contabilizan las muertes por hipertermia (agotamiento por calor y golpe de calor). Sin embargo, las altas temperaturas generan efectos secundarios que llevan silenciosamente a la muerte, sin dejar rastros de exposición a calor extremo.
Científicos y directivos ambientales explican por qué es tan complejo contabilizar las muertes por olas de calor, un fenómeno íntimamente relacionado con el cambio climático:
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Las olas de calor generan más muertes de las que se cree
Un estudio liderado por Christopher K. Uejio demostró las diferencias que pueden aparecer a la hora de estimar las muertes por olas de calor. En un principio, el doctor en Ciencias Ambientales de la Universidad de Wisconsin-MadisonCounty, Florida, contaba con el dato de que el calor había matado a un promedio de 34 personas al año en el condado de Miami-Dade, entre 2015 y 2019, tal como lo indicaban estudios previos. Sin embargo, luego de realizar un segundo análisis en mayo de 2024, descubrió que el calor en realidad había generado 600 muertes al año, entre fallecimientos por causa directa e indirecta de las altas temperaturas.
Otro ejemplo es la India, uno de los países con mayor población en el mundo. Este verano, la temperatura llegó a más de 50°C y, aún así, las cifras oficiales de país del sudeste asiático registraron muy pocas muertes relacionadas al calor extremo. Para Bhargav Krishna, “el umbral (en la India) para clasificar una muerte por calor es bastante alto”. Esto significa que el calor extremo se considera causa de muerte en últimas instancias. El miembro de la organización de investigación Sustainable Futures Collaborative declaró a Bloomberg que los médicos hindúes suelen ser “más conservadores a la hora de declarar una muerte por calor”.
Según los investigadores, el impacto de las olas de calor se subestima. Por ejemplo, no se tiene en cuenta que las olas de calor pueden aumentar el número de hospitalizaciones y problemas de salud como ataques cardíacos.
Para Este Geraghty, al calor se “se lo ha llamado el asesino silencioso, y con razón”. La directora médica de Esri, que produce software de mapeo para rastrear los impactos del calor, explicó a Bloomberg que se trata de un “problema complicado”.
Frente a una problemática potenciada por el cambio climático, médicos y gobiernos se enfrentan a un enigma de contabilización que no les permite encontrar un número preciso en torno a la cantidad de muertes que se producen por el calor extremo.
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Olas de calor y cambio climático: ¿Existe una relación?
Los bomberos de Phoenix, EEUU, aplicaron una técnica de trajes de hielo para auxiliar a las víctimas de insolación por el calor de camino a los hospitales; en Grecia, solo en una semana murieron tres turistas por las temperaturas extremas. Dos ejemplos de un fenómeno que se repite cada vez con más frecuencia en todo el planeta. Pero, ¿qué tienen que ver las temperaturas extremas con el cambio climático?
Según la ONU, “la quema de combustibles fósiles genera emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que actúan como una manta que envuelve a la Tierra, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas”.
En este sentido, el cambio climático antrópico (generado por las emisiones masivas de GEI) es un factor determinante. En conversación con EcoNews, el doctor en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos, Juan Rivera, explicó que “el incremento observado en la frecuencia y severidad de las olas de calor a lo largo de las últimas décadas es atribuible principalmente al cambio climático asociado a las actividades humanas.”
A pesar de que las variaciones naturales del clima también son una causa importante, hay eventos puntuales como la ola de calor registrada en diciembre de 2022 en Argentina, en los que el cambio climático tiene un rol protagonista: “Se demostró que el cambio climático generó que el evento fuera 60 veces más probable y con una temperatura 1.4°C más cálida respecto a un período preindustrial”, indicó Rivera.
¿Cómo crees que se podrían contabilizar mejor los fallecimientos provocados por las altas temperaturas?