En medio de las inundaciones, escasez de servicios básicos, pobreza y contaminación que afectan a la Amazonía peruana, hay grupos humanos que enfocan su tiempo y energías en generar un impacto positivo en las comunidades más relegadas. Ese es el caso de los payasos humanitarios del Festival de Belén, que desarrollaron la edición n° 18 de una celebración que utiliza el arte para educar en temáticas de salud y potenciar la alegría de uno de los barrios más marginados de Perú.
El festival creado por Patch Adams, el primer médico payaso del mundo, busca “cultivar una relación profunda con la comunidad de Belén y crear oportunidades para activistas, artistas y personas interesadas en la salud pública”.
Desde la Amazonía peruana, así abordan una realidad compleja los payasos humanitarios que portan la bandera de la alegría a donde van.
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Festival de Belén en la Amazonía peruana: de qué se trata
Desde 2005, el Festival de Belén reúne a payasos y payasas de distintas partes del mundo en un encuentro de arte y salud comunitaria. Con la risa y el arte como herramientas de cambio social, los payasos humanitarios que se reúnen en la Amazonía peruana, han logrado cultivar una relación profunda con la comunidad de Pueblo Libre, Belén.
Gracias a los espacios de intercambio y reflexión, generados a partir de la payasería, los payasos de Belén exploran en la problemática de la salud individual y comunitaria. Esa “estrategia de payaso” combina el juego, el arte, el trabajo, la salud y la diversión.
Además de reflexionar y educar en temas de salud, los payasos trascienden las barreras de la timidez para potenciar la alegría de uno de los barrios más marginados de la Amazonía peruana. Allí, a pesar de vivir una realidad a veces muy compleja, “la gente es muy feliz, se siente mucha vida”, tal como comenta uno de los co-creadores del festival.
Lejos de ser solo risas, los payasos humanitarios de distintas partes del mundo llegan a Belén para brindar herramientas de mejora social y potenciar la resiliencia y alegría ya existentes en la ciudad, dos cualidades típicas de muchos pueblos amazónicos “¡Clownear es un arte que va más allá de la risa! Es una forma de conectar con los demás y hacer que se sientan especiales”, cuentan sus integrantes.
Entre las diversas actividades de payasería, que este año convocaron a la comunidad de Pueblo Libre, Belén, del 4 al 11 de agosto, se incluyen:
- Talleres de danza, música y artes plásticas.
- Pintado de murales.
- Clínicas comunitarias de salud mental, dengue, salud sexual, nutrición, etc.
- Teatro callejero.
- Cine nocturno.
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¿Por qué eligieron Belén, Iquitos, en la Amazonía peruana?
El barrio de Belén es conocido como “La Venecia Amazónica” por ser una ciudad flotante con intenso movimiento de botes que llegan al Mercado de Belén, el principal abastecedor de alimentos y materiales de Iquitos. Sin embargo, la “zona baja de Belén”, donde se realiza el Festival, es una de las regiones más precarias de la Amazonía peruana.
Según el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil de Perú (RENIEC), “las familias amazónicas de Belén son grupos poblacionales vulnerables que viven en situación de pobreza y extrema pobreza.” Además, a la falta de recursos se le suman las inundaciones, que afectan asentamientos como Pueblo Libre entre enero y julio debido a la creciente del río Itaya, según cuentan los organizadores del Festival, que visitan la región anualmente, hace 18 años.
Pero, fuera de las condiciones de vida precarias, la zona baja de Belén posee una gran riqueza humana, cultural e histórica. Así lo confirman los payasos humanitarios del festival que busca aportar herramientas y crear lazos para “enfrentar los grandes desafíos sociales, ambientales y de salud pública” que hay en Belén.
Según cuentan sus organizadores, el enfoque de diálogo y juego permite “formar redes de apoyo y trabajar juntos en la construcción de una comunidad más fuerte y resiliente.”
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18° Festival de Belén: una edición especial
Con el lema “Amor y cuidado en cada paso y en cada tejido, un abrazo”, el Festival de Belén de 2024 se centró en realizar actividades para promover la equidad de género y la educación sexual integral.
A través de talleres educativos, Clowneos, campañas de salud, espectáculos, pasacalles, visitas familiares y espacios de encuentro entre payasos(as) y la comunidad, el encuentro de este año utilizó el arte para reforzar la prevención de la violencia en la infancia y adolescencia, entre muchos otros efectos positivos en la comunidad.
Con 17 años de experiencia, el festival que comenzó como una idea de Patch Adams y Wendy Ramos para alegrar a la comunidad de Belén, hoy forma parte de la cultura del barrio amazónico. La inclusión y el buen recibimiento de los locales llevó a que, en 2023, se realizara el primer Festival de Belén organizado por la comunidad local, algo que los creadores describen como “¡Un sueño!”.
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Quién es Patch Adams, el creador del Festival de Belén
Patch Adams es conocido por ser el primer médico payaso del mundo. También llamado “el padre de la risoterapia”, su visión innovadora y creativa de la medicina marcó un antes y un después en el modelo sanitario en Estados Unidos.
En 1972, el activista y escritor fundó el ‘Instituto Gesundheit!’, un centro médico comunitario con tratamientos novedosos basados en la risa y el humor. Su influencia, incluso, motivó la película ‘Patch Adams‘ (1998), protagonizada por Robin Williams.
En 2005, el Instituto Gesundheit llegó a Belén con el objetivo de alegrar a la gente, crear lazos duraderos y educar en materia de salud pública. Desde ese entonces, el instituto decidió regresar cada año a Iquitos, con el Festival de Belén, hasta lograr un encuentro ansiado por los locales que hoy forma parte de la cultura del pueblo.
Hoy existen cientos de organizaciones y eventos alrededor del mundo que nuclean a los ‘clowns’ y trabajan para promover la salud a través del arte. El ejemplo más actual que demuestra el poder la alegría y el trabajo en equipo: el Festival de Belén.