El acoso virtual generado a Imane Khelif durante los Juegos Olímpicos de París, desmanteló un fenómeno que afecta a deportistas de élite desde hace años, principalmente, a las mujeres. El body shaming (en español, “vergüenza del cuerpo”) refiere a todas las críticas que reciben las personas por la apariencia de su cuerpo.
En los deportes de alto rendimiento y frente a las mirada del mundo entero, las mujeres se ven aún más afectadas por una manifestación pobre y carente de sentido que se esconde tras el anonimato de las redes sociales.
Así lo evidenciaron deportistas como la boxeadora Imane Khelif y la campeona olímpica de waterpolo, Paula Leitón. Aunque, este fenómeno ya ha afectado anteriormente a otras deportistas campeonas del mundo.
El alcance de las redes sociales y la facilidad para emitir comentarios a través de ellas hacen que el body shaming sea una tendencia necesaria de visibilizar y abordar.
Estas deportistas de élite lo han sufrido y hablan al respecto. Según los expertos, hay formas de reducir el body shaming hasta, idealmente, hacerlo desaparecer de la sociedad.
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Qué es el body shaming
El concepto de body shaming hace referencia a la crítica que recibe alguien por su forma, talla o la apariencia de su cuerpo, según indica el Diccionario de Cambridge.
El Centro Psicológico Loreto Charques desarrolla este concepto desde un punto de vista profesional: “Todo se resume a la idea sobrevalorada del cuerpo o la imagen que ‘debes tener‘, y que los demás han de aprobar, valorar, y de paso comentar positivamente en las redes.”
En una sociedad evolucionada que celebra cada vez más la diversidad, el concepto de body shaming denota una práctica sin sentido que ataca “a cualquiera que no sigue los cánones que la sociedad ha establecido en ese momento”. Sin embargo, quienes están más expuestos en redes y medios masivos, sufren más de las críticas.
A pesar de tener habilidades deportivas de primer nivel y representar a sus países en los escalones más altos del ámbito deportivo, estas 3 atletas son el ejemplo de que el body shaming aún sigue vigente.
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Imane Khelif: resurgió el body shaming en los Juegos Olímpicos de París
A raíz del acoso que recibió la boxeadora argelina, Imane Kheli, el concepto de body shaming volvió a ser tendencia en el mundo entero.
Es que, tras triunfar en la pelea frente a la italiana Angela Carini, las críticas al cuerpo de Imane Khelif llegaron de todos lados, incluso de referentes como J.K Rowling o el presidente del Senado de Italia, Ignazio La Russa, que trató a Khelif de “transexual argelino”.
La boxeadora argelina, lejos de ser hombre, presenta hiperandrogenismo, un simple exceso de testosterona en el cuerpo.
Más allá de lo biológico, la apariencia corporal de ninguna persona debería ser objeto de burla de la sociedad, y así lo expresó Khelif quien, además de pedir que se ponga “fin al bullying de todos los atletas” argumentando que “puede destruir a la gente”, demandó a Elon Musk y JK Rowling por “acoso virtual”.
Paula Leitón: otro caso de body shaming en los Juegos Olímpicos de París
La waterpolista española, Paula Leitón, ya lleva 2 medallas olímpicas con solo 24 años. Aún así, su peso pareció ser más importante para los haters que emitieron comentarios hirientes respecto a su cuerpo.
Sin embargo, la deportista de élite no dejó pasar las críticas y aclaró: “Sé cómo es mi cuerpo y lo quiero muchísimo. Lo trabajo para un deporte que es mi vida. Me dan absolutamente igual los comentarios. Acabo de ganar un oro olímpico, que es el sueño que tenía desde que era una enana”.
Aún así, el acoso virtual no afecta a todas las personas por igual, y Leitón hizo referencia a ello: “A mí no me afecta, pero a alguna niña le podrían afectar estos comentarios“. Por eso, la deportista española invitó a los haters a que “piensen un poco en las personas que puede hacerles daño”.
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Críticas en el fútbol: la mujer sigue siendo el blanco
Las jugadoras de fútbol también son víctimas de las críticas corporales. Fran Kirby, jugadora del Chelsea y de la Selección de Inglaterra, reconoció en un documental sobre el estigma hacia las futbolistas que “la han tildado de gorda y grandota” en constantes ocasiones. Según contó, mide 1,57 y pesa 52 kg.
Kirby sabe que los deportistas se exponen a las críticas y miradas del mundo: “Somos atletas profesionales y por supuesto tenemos que estar en forma para hacer nuestro deporte, pero mientras lo estés, el cuerpo no debería ser un tema de conversación”.
Además, al igual que Leitón, la futbolista de 31 años aborda el problema como puede, pero sabe que hay personas a las que las críticas las pueden destruir: “Alguien que esté empezando y recibe comentarios de ese tipo, podría acabar dejando de comer”.
Ante estos casos de body shaming, los profesionales del Centro Psicológico Loreto Charques, recomiendan:
- Recordar que todas las personas son perfectas e imperfectas, las diferencias son lo que distinguen entre la multitud.
- Aceptarse a sí mismo, con sus defectos y virtudes.
- Recordar que las opiniones de los demás sólo son eso, opiniones.
- Recordar que no existe un cuerpo ideal.
- Mejorar y prestar atención al autoestima.
- Cuidarse: descansar, hacer ejercicio y comer sano forman parte de una vida saludable.
- Desarrollar otros aspectos personales que vayan más allá del cuerpo.
- Evitar los comentarios negativos: no ser demasiado crítico.
- Buscar ayuda profesional ante situaciones desbordantes.
¿Qué medidas tomarías para regular el body shaming a través de las redes sociales?