¿Las abejas aprenden como los humanos? La respuesta es sí y está publicada en la revista Nature. Un estudio científico titulado “Los abejorros aprenden socialmente comportamientos demasiado complejos para innovar solos” registró por primera vez como estos insectos conocidos por producir miel aprenden a completar un rompecabezas de dos pasos, demasiado complejo para resolverlo de forma independiente, observando a otros pares.
“Cada vez hay más pruebas que sugieren que la cultura animal puede, al igual que la cultura humana, ser acumulativa: caracterizarse por innovaciones secuenciales que se basan en innovaciones anteriores. Sin embargo, la cultura acumulativa humana implica comportamientos tan complejos que están más allá de la capacidad de cualquier individuo para descubrirlos de forma independiente durante su vida”, explica la investigación científica.
En su posteo de instagram, la revista aduce sobre esta capacidad humana: “Nadie podría haber dividido el átomo o viajar al espacio sin depender de los años de avances iterativos que se produjeron primero”.
Sobre esta premisa y creyendo que era una capacidad estrictamente del ser humano, el equipo de investigadores observó que este fenómeno también ocurría en los abejorros.
Cómo aprenden las abejas, según la ciencia
En la investigación se demuestra que los abejorros “pueden aprender de abejas demostradoras entrenadas a abrir una novedosa caja de rompecabezas de dos pasos para obtener recompensas alimentarias, aunque no lo hagan de forma independiente”.
“Los experimentadores no pudieron entrenar a las abejas demostradoras para que realizaran el primer paso sin recompensa sin proporcionar una recompensa temporal vinculada a esta acción, que fue eliminada durante etapas posteriores del entrenamiento. Sin embargo, un tercio de las abejas observadoras ingenuas aprendieron de estos manifestantes a abrir la caja de dos pasos, sin ser recompensadas nunca después del primer paso“, detalla el estudio publicado en Nature.
Esto infiere que el aprendizaje social permitiría la asimilación de comportamientos demasiado complejos para “reinnovarlos” a través del aprendizaje individual.
¡Después de todo, somos mucho más parecidos de lo que creemos!