Cada año se desechan millones de envases de productos de belleza que terminan en los vertederos contaminando. Con una complicación especial: son algunos de los productos más difíciles de reciclar. Sin embargo, en el Reino Unido tuvieron una gran idea para darle una segunda vida (y más larga) a los frascos de perfume: los transforman en muebles.
La empresa se llama ReFactory y convierte a estos envases en placas similares a la madera contrachapada, para crear maceteros, estanterías, muebles y paradas de autobús, entre otros.
El paso a paso de frascos de perfumes a muebles
- Recogen y clasifican los envases según su composición, incluidos los que los centros de reciclaje rechazan.
- Después, los trituran hasta convertirlos en polvo.
- Y, finalmente, los sellan para darle vida a unas placas similares a la madera.
Lo que muchos ven como un desperdicio, otros los están aprovechando para hacer muebles y artículos de decoración.
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